viernes, 29 de septiembre de 2017

Las noches de papá



Las noches de tormenta, estaba siempre paseando por la casa, no recuerdo si le daba miedo, pero lo que recuerdo es que siempre se estaba acordando de las personas pobres que.


Estuvieran en las calles, comentaba, ¡pobrecito el que este en la calle con la noche que esta! Con estos comentarios se tiraba, cada vez que en las noches frías y ventosas recordando las personas sin hogar.
Tampoco se acostaba, parecía que se solidarizaba con ellos. No sé los recuerdos que le afloraban en la mente, pues, él siempre tuvo un hogar.
Con los amigos  organizaban sus fiestas. –Siempre de noche- porque al trabajo no faltaba nunca, para él esto era sagrado. Quizás recorriendo las calles de vuelta a casa, vio a más de dos durmiendo debajo de alguna manta, y contento, el que la tenía para arroparse.                       
Papá siempre estaba dispuesto a ayudar a quien lo necesitaba, era demasiado generoso. Por eso nunca estuvo sobrado de dinero. Esto fue su mayor defecto. Mamá para esto era más cauta. Claro en los años 1940 al 1956, España estaba en la miseria, y es muy difícil no ver lo que pasa a tu alrededor.
Su familia eran pobres, ¡cómo la mayoría de los cacereños! El trabajo escaseaba y la comida más. Por eso hay que ser muy duro para tener en casa y cerrar los ojos  a lo que ves alrededor.

                                   Recuerdos del pasado  29-9-2017   Joaqui.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Recuerdos del pasado





Salí de casa muy enfadado los amigos me esperaban para jugar la partida. El Dominó, mi juego favorito. Me enreda y apasiona, pero siempre pierdo. Con ello tengo que recurrir al dinero que me asigna mi esposa. Ella es la caja fuerte de la economía.
Me casé con ella por dinero, nunca la quise. ¡Ella! ¡No sé! quizás en los primeros años. Después dudo que entre los dos haya habido algo más que comedia social. Pasar los años al lado de alguien que no quieres es penoso para ambos.
Salí en busca de los amigos, la tarde estaba barruntando tormenta. Seguí hasta llegar a la estación, al llegar estaban todos sentados en sus sillas esperando vaciarme los bolsillo, ¡Como hacían siempre! Me senté en el rincón acostumbrado pedí un café. 
Desde allí se divisaba las ruinas de lo que fue una gran estación del ferrocarril, repleta de viajeros. Unos, con sus maletas llenas de ilusiones y  en el  pensamiento los deseos de volver a su tierra con ellas llenas. Poco llevaron el ella, pero más triste es ver lo que viene.
La mayoría, no han vuelto, los otros echaron raíces y la vida los tiene presos. A solas lloran y maldicen en la hora que salieron de sus campos en busca de una vida mejor. Esto les cuesta reconocer.
La estación  ennegrecida por el abandono de todos.
Las ventanas rotas, los suelos, puertas y las paredes tristes y oscuras, esperando que alguien se apiade de ella…
Los alrededores llenos de maleza, los rieles oxidados por el poco rodar de los trenes. En su tiempo de esplendor, las madres llevaban a los niños a merendar en el parque que acondicionaron, en un lateral de la estación. Los niños disfrutaban a la vez que la estación brillaba con los niños correteando por los jardines y visitando el zoológico.

En ese momento entró Álvaro, uno que volvió de recorrer el mundo, y al llegar al pueblo, se encontró sin familia y más pobre que cuando se fue.
En la maleta trajo recortes de periódicos que acumuló con noticias de su tierra. Álvaro vendió todo antes de irse. Hoy vive de lo que cosecha en un huerto arrendado.  El no ha vuelto a sonreír, la tristeza lo llevará al más allá.
                              25-9-2017    Joaqui.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Recuerdos



                                   El rastro
Nunca seguiré tú rastro solo el pensamiento nos acerca. ¡Es tan triste la lejanía!
El tiempo dice que borra la perdida de los seres queridos. ¿Qué sabrán ellos? Abriendo cortinas en el pensamiento. En distintas estancias estáis agrupados en familias. El encuentro es agradable pero la lejanía, mucha.
La vida sigue, se merma la familia. Los que quedamos el acompaña miento es cercanos. El vacío que quedasteis, no lo llenan. Nos damos cuenta de ello, tarde, muy tarde. Pero esta es la vida.
Una montaña en la que todos no llegamos a la vez.

                                              14-9-2017  Joaqui.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Ella




Me persigue y, mira si intento no acordarme, pero ella, erre que, erre.
No sé quien tiene la culpa. Me gustaría no saber nada de ella hasta que llegase el momento. En realidad, es la única vez que la tendré cerca. En ese momento es cuando nos debieran de avisar. Oyes, está aquí, venga, te marchas y sin decir nada caminas de su mano a donde te quiera llevar.
Ya no eres tú es ella. Para qué penar tanto si al final, es ella la que manda.
La odio, ¡tengo tanto trabajo! Y me gustaría ser yo la que eligiese el día y la hora. Sobre todo para llevarle la contraria. Ya veremos, solo hay que esperar.
Pero no agobies deja descansar.
                                    25-7-2017. Joaqui.

Ella



Ella
Me persigue y, mira si intento no acordarme, pero ella, erre que, erre.
No sé quien tiene la culpa. Me gustaría no saber nada de ella hasta que llegase el momento. En realidad, es la única vez que la tendré cerca. En ese momento es cuando nos debiera de avisar. Oyes, está aquí, venga, te marchas y sin decir nada caminas de su mano a donde te quiera llevar.
Ya no eres tú es ella. Para qué penar tanto si al final, es ella la que manda.
La odio, ¡tengo tanto trabajo! Y me gustaría ser yo la que eligiese el día y la hora. Sobre todo para llevarle la contraria. Ya veremos, solo hay que esperar.
Pero no agobies deja descansar.
                                    25-7-2017. Joaqui.