martes, 4 de octubre de 2016

La mayonesa




                                                           La mayonesa

Virtudes era una vecina del piso donde yo vivía hace…
Virtudes solo tenía treinta y siete años, pero  ya tenía cuatro hijos, unos de la edad de catorce años.
Las viviendas se encontraban en un patio interior, y al alrededor de este.
Se componían de planta baja y primer piso. Todo individual. El agua en común, y alguno de los pisos compartían el wáter. Abajo en el patio.
Virtudes y yo, coincidíamos en el grifo, de donde nos abastecíamos del agua potable.   Allí empezamos una pequeña amistas.
Un día hablando me comentó lo mal que se le daba hacer la mayonesa.
 Le dije, a mí me sale muy bien.
Virtudes aprovechó y dijo, bueno, pues mañana tengo la intención de hacer ensaladilla rusa ¿y si puedes? Vas y la haces en mí casa.
 Le dije, mañana a qué hora estás en casa y me acerco.
Por la mañana sobre las doce del medio día, me acerqué y subí al piso, estábamos muy cerca. Ya en el piso me abrió Virtudes, diciendo pasa, estás en tu casa. Abrió la puerta de y me quede clavada en el umbral. Eché una ojeada a la estancia y retrocedí un escalón, mi mente se negaba a ver dicha habitación. Ella salió y cogiéndome del brazo me entró para dentro. No sabía si echar a correr o disimular lo que veían mis ojos. Aguante el primer mal trago, y seguir como sino viese nada.
Preparó los bártulos y me puse manos a la obra. Huevos, aceite, y sal. El mortero era de cerámica, y empezando el proceso. Vueltas para la derecha, y cuando me daba cuenta, estaba parada mirando el habitáculo donde vivía  virtudes, ¡si a eso se le puede llamar casa!
Se componía de una sola habitación, grande, pero sin separaciones para los hijos ni para el matrimonio.
Los colchones tirados en el suelo, la ropa amontonada en las pocas sillas que se veían. La loza amontonada en unos baños puestos al lado del fogón, todo el desorden que se puede imaginar estaba en aquella sala.
Miraba todo y  fue imposible concentrarme a lo que iba. La mayonesa se cortó varias veces y le dije. Mira Virtudes, esto hoy no quiere tirar para lantes, mejor lo dejo.  
Todavía  me está esperando. La mayonesa es sabia y solo quiere que se le atienda a ella.
                                                                                                                               3-10-2016  Joaqui.

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