martes, 17 de febrero de 2015

El enemigo



El enemigo
Al levantarme cada mañana, él está presente. Quiero ignorar su presencia, pero se recrea mientras atravieso el cuarto, y no conforme, en el pasillo, sigue enseñado lo que menos me gusta de mi cuerpo. No me quita la vista de encima.
Es malo y retorcido. Quiero que olvide que existo siendo imposible.
Con la luz de la mañana, clara y reluciente me recuerda a cada paso mi envejecido cuerpo.    Mis curvas no deseadas, mis ojos opacos, mis canas bailando en mi cabellera, los cuatro pelos que de mi cefalea cada vez mas separados.
Lo tengo decidido. Mañana mandaré que mi mayor enemigo sea enterrado en el jardín.
Si él presente todos los defectos será enterrado en la misma fosa.
 Cada mañana para peinarme me miraré en las aguas del lago, allí podré pensar de mi persona.
 Los años son los que uno quiere tener.
15-2-2015.   Joaqui.  

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