martes, 30 de julio de 2013

Desayuno de la suegra



El siguiente de la boda, a las siete de la mañana, porreó a la puerta. Me asusté, y salí abrir. Allí me encontré a mi suegra con un puchero y un paquete en las manos. La miré y pregunte qué pasaba. Alargó las manos diciendo.

Tomad este chocolate con churros, es para recuperar fuerzas. Yo no sabía de qué iba, pero cogí los bártulos y dio media vuelta y cerré la puerta. Llamé a mi esposo y le dije. Venga levanta que tu madre  nos ha traído el desayuno.

Hoy hace cuarenta y seis años que nos casamos. Pero nadie me ha traído el desayuno.

                                    30-07-2013           Joaquina.

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