A
primeros de diciembre Rosa y Laura empezaron a preparar los dulces para la
Navidad, estaban tan ilusionadas.
De
una caja del desván sacaron el misterio para preparar el nacimiento. En el baúl
encontraron una tela verde para poner en la mesa ella; le serviría de base.
Al
lado donde buscaban la historia de familia se encontraba otro baúl de unas
dimensiones mayores, no habían reparado porque se encontraba debajo de un
mueble que lo tapaba. La curiosidad les hizo pensar que quizás allí estaba lo
que buscaban. Rosa comentó, ¿Qué te parece si lo abrimos? –tengo miedo de ver
su interior no sé lo que puede guardar. -¿Pero si no lo abrimos, siempre
tendremos la duda? Rosa abrió la tapa y una capa de telas viejas y deshechas
cubría el fondo, siguieron quitando trozo a trozo, las telas estaban carcomidas
y llenas de moho. Cuando de pronto se quedó al descubierto unos huesos. Al
pronto con los nervios no distinguían de qué se trataba, pero siguieron sacando
varios y empezaron a construir el esqueleto de una persona. Cada vez estaban
más asustadas pero tenían que seguir buscando.
Acabada
la busca y armado el cuerpo entre una manta se encontraba una calavera pequeña.
Esta les asustó tanto y a la vez las tenía tan confundidas. Pero siguieron buscando
hasta llegar al fondo. Allí encontraron, fotos, zapatos viejos, y una caja de latón,
al sacarla comprobaron que pesaba. Fuera abrieron la tapadera y al ver el contenido
lloraban, pero esta vez era de alegría.
Después
de recoger los huesos y ordenar el desván se fueron a comprar los vestidos nuevos.
16-9-2018
Joaqui.
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