La despedida es
solo para dejar de ver al que se marcha, eso no quiere decir que se han
marchado, ¡Al contrario!, siguen muy cerca de nosotros, quizás más cerca que
cuando teníamos la suerte de verlos, los recuerdos constantes de ellos a cada
paso, acontecimientos.
Recuerdo a mi hermana María, ella tomarse el café en
el desayuno era un verdadero calvario, mamá se levantaba temprano y después de
encender la hornilla en un hermoso puchero hacía el café, siempre mirando que
hubiese para todos y lo dejaba en el fuego con la lumbre baja y conseguía que
siempre estuviera en su punto. María no soportaba café caliente y todos los
días su tazón se llevaba a la mesa del
patio para enfriarlo, si llovía le ponía una tapadera y esperaba que estuviese
a su gusto, los demás disfrutáramos sorbiendo y oliendo dicho aroma.
Pero hoy el
recuerdo es para papá, hoy cumpliría 107 años. Recordar cómo era el primero en
levantarse temprano y llevando un sorbo de café a cada una de sus hijas y festejar el día. Así cada
año, ¡cómo vamos a olvidar el suyo!
Muchas felicidades
y un fuerte abrazo de los de aquí.
4-9-2018
Joaqui.
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