Allí se
fraguo el cariño de esta extirpe. Al
calor y el cariño de nuestros padres. Que supieron con su amor. Transmitirnos
que la familia somos uno de los pilares fuerte de la sociedad. Siempre estamos
ahí apoyando en lo bueno y en lo malo.
Ese patio que tantas horas nos ha visto reír, jugar, cenar a la luz de la Luna.
Desayunos en verano. Reuniones. También nos ha visto llorar, ¿por qué no?
No todo han sido sonrisas. Han pasado nubarrones
que han tildado el día. Pero pronto han pasado.
Hemos
sabido nadar contra corriente. Imperando la cordura. Por ello un año más toda
la familia unida en casa de nuestros padres. Cuarenta y cuatro personas; esta
vez no ha faltado nadie.
Han pasado muchos años y parte del árbol falta.
Ya no se
canta, como antaño. Los que faltan están presentes y ello impide que la alegría
sea plena.
Sus sitio están vacío. Nuestro corazón llora.
La
juventud canta y baila disfrutando de las horas felices de una familia que sabe
llevar a todos de la mano.
Gracias a
la juventud que son los que reunen y organizan estos eventos y a los demás por
aceptar.
02- 01. 2014
Joaqui.
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