Amalia, esa chica que encuentras en todas partes. Cuando
vas a la tienda, del barrio, al médico, ¡Por cierto!, esta mañana estaba en la
sala de espera, como un paciente más, esperando le tocase la hora para la
visita médica.
Ella siempre con su chándal Gris claro, rellenito -sus zapatillas de deporte color
naranja, y pañuelo al cuello color azul.
Pelo corto limpio, un poco a merced del viento. La chica
es feota, cara grande y ancha, ojos negros pequeños, manos grandes.
Su bolso de color
negro, no le va con el traje de deporte, pero Amalia, esto no le preocupa.
Tiene muchos amigos pues habla con todo el que pasa por
su lado.
Se ha encontrado con una amiga y le ha llamado la
atención.
Basilia, Basilia, ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Cómo estás?
Bien, aquí a por unos medicamentos.
-Amalia, cuánto tiempo llevo sin ver a Inmaculada, ¿Sabes
algo de ella? -¡Calla, no te has enterado! no, pues mira la ha dejado Jacinto -¡Qué
me dices, si Jacinto es un santo!
-Sí, hace unos meses Jacinto ha llegado a casa antes de
la hora acostumbrada y ha encontrado a Inma en la cama con el Juli, ¡El Juli!
Sí, sí, el amigo de Jacinto. Jacinto no podía no podía creer lo que veían sus
ojos.
Después de una larga discusión Jacinto salió de casa, con
su corazón hecho pedazos.
Toda vía le llora en silencio, cuando nadie le ve, pero
su decisión es firme. Una cosa es querer y otra ser el hazmerreir del pueblo.
Amalia se despide y se marcha al bar a tomarse una
cerveza, y seguir buscando amigos para terminar la mañana.
5-3-2015- Joaqui.
Resgistrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario