El miedo segunda
parte
Salí
del pilón caminado todo lo de prisa que mis piernas me permitían. La cuesta era agotadora y no pude con ella. En mitad la
calle Villa lobos el acerado terminaba en
un escalón lo suficientemente alto, era muy aparente para descansar, tuve que
hacer una sentada para recuperar fuerza. Sentada en la acera frente a mí, se
encuentra la casa de los vecinos que en los
años cuarenta eran los más ricos de esa barriada. Las dimensiones que
ocupa todo el recinto de la casa, da a tres calles. Hicieron un bloque de pisos
del cual fueron ocupados por los inquilinos que muchos años le han dado beneficios.
La familia en cuestión formada por una pareja. Él era
alto, moreno, siempre trajeado, con sus guantes en invierno, zapatos negros, sombreo, y un bastón
que usaba con bastante frecuencia para pegar a los chicos del barrio. En
invierno usaba una Pelliza de cuero
Marrón oscura con el cuello de pelo. En ella se escondía para no ver al que
pasaba por su lado. Úrsula mujer bajita, con faldas de vuelo, y blusas amplias,
entrada en carnes, muy bella, pero sobre todo muy inteligente. Trabajó en el
estraperlo vendiendo caro y comprando barato. Así se pasó gran parte del tiempo
hasta que Herminio le fue bien el negocio. En esas posesiones no entraban nada
más que los criados. Herminio nunca se
considero ni se integró en el entorno de los vecinos ni siquiera de Úrsula,
ella solo era la criada de la casa. La quería por sus guisos aparte de llevarle
toda la casa en orden. Herminio vivía su vida
aislado de todos solo se comunicaba con la mujer que le dio de comer hasta que
en su negocio hubo ganancias.
A partir
de ahí, el se rodeo de los socios que de vez en cuando venían a contratar los
productos que él a su vez él compraba. ¡Productos de Extremadura! Que mandaba fuera.Seguir en los próximos capítulos 14-10-2017 Joaqui.
No hay comentarios:
Publicar un comentario