Las mañanas son mi debilidad.
En
ellas se empieza a desarrollar lo bueno
y malo del día. Hay que tener mucho tiento en empezarlo, pues un mal paso, te
hará temblar en los momentos difíciles, y, llegado este, no hay vuelta.
Aquella
mañana amaneció fría, mi marcha no tardaría en llegar. Mamá me mandaba al
colegio, lejos de mis hermanos y de ellos. Siempre pensé que ella no me quería.
Y según ella, era lo mejor que podía hacer por mí. Nunca entendí eso de lo
mejor, y que era afortunada con mí nueva vida. No acepté ese alejamiento.
Mamá con mí marcha se ahorraba la lucha diaria
conmigo. Siempre dijo que era muy cabezota, eso era lo que yo pensaba. Pero mamá, pensaba otra cosa.
Llegando al colegio, las monjas me llevaron al
dormitorio común donde pasaría gran parte de mi vida. Después de cenar, nos
llevaron a la habitación. Me asignaron una cama, solo para mí. Yo venía de dormir
con alguna de mis hermanas pequeñas. Esa tortura en la primera noche. Lo peor
fue cuando al rato de estar acostadas se apagaron las luces de todas las
de pendencias. La oscuridad no me dejó pegar ojo. Por la mañana, nos llamaron
muy temprano.
La
segunda noche una ráfaga de luz iluminó la sala. Me sentí aliviada. Ella entró
en el cuarto y empezó hacerse la dueña. Caminaba sin parar saltando de cama en
cama, y acariciándonos a su paso a todas nosotras.
La
luna entraba de noche y al llegar la mañana se marchaba como había venido.
El
crucifijo que colgado en la pared, era
el único que nos daba compañía.
Esta
noche la luna no ha hecho acto de presencia, la oscuridad de la sala era total.
El miedo se apodera de mí. Estaba tan acostumbrada a sus caricias que faltando,
el sueño no aparece.
Una
tarde al volver del paseo con las de más niñas, el crucifijo no estaba colgado
en la pared. Le pregunté a Sor Gertrudis, ella no sabía nada. Me refugié en la
capilla, y al lado derecho de está, el crucifijo se encontraba en su nuevo
aposento.
Ahora,
las noches serán lo peor para mí, lejos
de los míos.
La luna paseará sola y echare de menos las
caricias de sus manos.
20-6-2017 Joaqui.
No hay comentarios:
Publicar un comentario