domingo, 27 de noviembre de 2016

Sugerencias de LolaSugerencias de Lola Lola, era una mujer corriente jubilada y sola. Ya sabemos cómo son las pensiones en España. Se levantó y después de lavarse la cara con agua fría, fue a la cocina y tomó un café, puso la radio, RNE, escuchando a Juan Ramón Luca, y se puso más triste de lo que ya estaba. La radio comentaba lo que nos íbamos a gastar de media cada Español en estas Navidad. Las cifras eran desorbitantes, ella miraba su monedero (que tenía cerca) y decía, a mi me han quitado el sueldo de este mes, se ha pagado la luz, el agua, el seguro del hogar, y por si fuera poco dicen que es Navidad ¿Qué será eso? No sé de qué habla la gente, para mí es un mes triste muy triste, en este mes perdí a mis padres, una hermana, y a mis tíos más querido. La Navidad parece ser inventada por los comerciantes, para sacar el dinero de la paga extra y vaya si lo consiguen con los incautos que le siguen el juego. Todos tenemos que hacer una cena extra, comprar lotería, hacer regalos, y comer langostinos, ¡Con lo mal que le sienta a mi Colesterol! Terminó de tomarse el café se vistió se puso su abrigo raído de Pana cogió el bolso y fue camino del mercado de Abasto. Dio tres vueltas al recinto observando los precios de los productos. Se paró en el puesto del pescado, pidió la vez, la señora que iba delante de ella hacia su compra. Deme ese besugo no, no, el otro de al lado que es mayor, también quiero un Rodaballo, ese, ese es bueno, dos kilos de langostino de esa caja del rincón y me pones esa pieza de Mero, esa es buena. Tiempo para la preparación. En esto ¡pensaba! Que ganas tengo que pague, así veo en estas fechas del mes dinero? Termino la compra y dijo, ¡Aurelio, luego vengo a pagarte que ahora tengo prisa! Oyó una voz diciendo, ¿Señora, que desea? Lo dijo tímida de me dos sardinas, el pescadero se lo volvió a preguntar dos, dijo sí, dos, en esto bajito, ¿Qué más quiere? Un Jurel, ¿Quiere algo más? No ¿Cuánto le debo? Pagó y salió del puesto tras las miradas de los demás. De ahí fue al puesto de las verduras, estaba solo, se paró, el hortelano era un chico joven, señora tengo de todo, ¿Qué desea? Ponga unas acelgas ¿Qué más señora? ½ kilo de tomates, dos pimientos verdes, ½ de cebollas, una cabeza de ajos y dos kilos de patatas. ¿Cuánto valen esas lechugas? Vamos a ver, le doy dos lechugas, un repollo y esa coliflor por un euro, ¿Le parece bien? Bueno, señora si quiere puede llevarse unos melones de esa caja, porque para el próximo día no creo que lleguen, cogió los melones y el resto de la compra y se marchó más contenta que unas pascuas. Comentaba el hortelano, ¡A ver si cuando yo esté jubilado, encuentro a alguien que me pueda ayudar! Pobre señora. 10- 11-2010. Joaquina Campón.




Sugerencias de Lola

 Lola, era una mujer corriente jubilada y sola.
Ya sabemos cómo son las pensiones en España.
Se levantó  y después de lavarse la cara con agua fría, fue a la cocina y tomó un café, puso la radio, RNE, escuchando a Juan Ramón Luca, y se puso más triste de lo que ya estaba.
La radio comentaba lo que nos íbamos a gastar de media cada Español en estas Navidad. Las cifras eran desorbitantes, ella miraba su monedero (que tenía cerca) y decía, a mi me han quitado el sueldo de este mes, se ha pagado la luz, el agua, el seguro del hogar, y por si fuera poco dicen que es Navidad  ¿Qué será eso?
       No sé de qué habla la gente, para mí es un mes triste muy triste, en este mes perdí a mis padres, una hermana, y a mis tíos más querido. La Navidad parece ser inventada por los comerciantes, para sacar el dinero de la  paga extra y vaya si lo consiguen con los incautos que le siguen el juego.
Todos tenemos que hacer una cena extra, comprar lotería, hacer regalos, y comer langostinos, ¡Con lo mal que le sienta a mi Colesterol!
     Terminó de tomarse el café se vistió se puso su abrigo raído de Pana cogió el bolso y fue camino del mercado de Abasto.
Dio tres vueltas al recinto observando los precios de los productos.
Se paró en el puesto del pescado, pidió la vez, la señora que iba delante de ella hacia su compra.
 Deme ese besugo no, no, el otro de al lado que es mayor, también quiero un Rodaballo, ese, ese es bueno, dos kilos de langostino de esa caja del rincón y me pones esa pieza de Mero, esa es buena.
Tiempo para la preparación. En esto ¡pensaba!  Que ganas tengo que pague, así veo en estas fechas del mes dinero?
Termino la compra y dijo, ¡Aurelio, luego vengo a pagarte que ahora tengo prisa!
Oyó una voz diciendo, ¿Señora, que desea? Lo dijo tímida de me dos sardinas, el pescadero se lo volvió a preguntar dos, dijo sí, dos, en esto bajito, ¿Qué más quiere? Un Jurel, ¿Quiere algo más? No ¿Cuánto le debo? Pagó y salió del puesto tras las miradas de los demás.
 De ahí fue al puesto de las verduras, estaba solo, se paró, el hortelano era un chico joven, señora tengo de todo, ¿Qué desea? Ponga unas acelgas ¿Qué más señora? ½ kilo de tomates, dos pimientos verdes, ½ de cebollas, una cabeza de ajos y dos kilos de patatas. ¿Cuánto valen esas lechugas? Vamos a ver, le doy dos lechugas, un repollo y esa coliflor por un euro, ¿Le parece bien? Bueno, señora si quiere puede llevarse unos melones de esa caja, porque para el próximo día no creo que lleguen, cogió los melones y el resto de la compra y se marchó más contenta que unas pascuas. Comentaba el hortelano, ¡A ver si cuando yo esté jubilado, encuentro a alguien que me pueda ayudar! Pobre señora.  
                                                                                                    
                     10- 11-2010. Joaquina Campón.

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