EL PUENTE
Cinco de la tarde,
después de prepararme salí con la intención de comprarme unas zapatillas,
recorrí las calles hasta llegar a la tienda. Salí de Joselito Romero, entré en
la Avenida de las Lavanderas, para incorporarme a la Plaza de Las Delicias. Seguí
caminando dejando la Plaza de los Mártires a la izquierda, entré en Hernán
Cortés, esta avenida es cómoda, acerados anchos y sin cuestas, por ello se anda
bien.
Al final de están me esperaba en su caballo Hernán, le
saludé y seguí andando camino de Cánovas, en esta di un paseo la tarde estaba
muy agradable.
Seguí camino de San Antón, en él, tienen mis consuegros
una tienda y pasé a saludarlos.
En ella estaban los clientes y entre ellos una vecina del
barrio antiguo, esta me preguntó que si seguía con los libro como antaño, le
dije que sí, y esta me contestó, tu ya no tienes edad para entrar en tu mente
nada, solo las personas que no están
bien de la cabeza, buscan cosas nuevas.
Saludé a las familias y me marché.
Andando entre las gente unos jóvenes comentaban, en gran
puentes que teníamos a la vista, pensé en ellos, el primero era la
Constitución, muy importante el día que se aprobó, y todavía para el buen
funciona miento del país.
Pero… tantos títulos y capítulos, todos ellos muy bonitos
a la hora de leerlos, ¿Pero? En la práctica, no tiene nada.
¿La
justicia?
¿Todos somos iguales ante la ley?
¿Vivienda digna?
¿Derecho al trabajo?
La justicia, ¿Por dónde anda?
Iguales ante la
Ley. ¿Qué mentira? Esta está hecha para los que la pueden pagar, sabemos que te
adjudican un abogado de oficio, pero investigan tu patrimonio y, ¡cómo tienes
las cuatro paredes que habitas!, las tienes que vender, para pagar al abogado,
así, estamos otra vez sin él, por eso ¿ahora qué? ¡Trabajo digno! ¿Dónde está?
En el libro o Carta Magna está todo muy bien explicado,
pero la práctica no tiene nada que ver con ella, los padres de está pasaran a
la Historia de España.
Pasado el día seis llegamos al día ocho, La Purísima
Concepción, es una fiesta religiosa, de ella queda solo para no ir a trabajar. Este
día era además el día de la madre, pero la Iglesia la separó de ese festejo
porque las madres no somos puras.
Pero, con ello se cargaron la fiesta, los hijos lo
festejábamos en familia y algún regalo que otro, ¡No era lo importante! Lo importante era
reunirse al lado de mamá.
Seguí recorriendo el camino hasta llegar a la
zapatería.
5-12-2011. Joaquina Campón.
Posdata. Estoy en
contra de los puentes tan largo.
http://historiasdecornejo.blogspot.com.es/
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