Repasó
Se levantó temprano, salió camino del santuario.
Paseaba lenta y
pensativa. Colocaba su pañuelo de la cabeza, de vez en cuando.
Salió de c/ Belén y
en el camino tuvo que sortear varias calles, Villalobos, Caleros para salir a
Fuente Concejo.
En la fuente se lavó
la cara y bebió de sus caños.
En la zona del
lavadero se encontraban varias mujeres haciendo sus coladas. Algunas cantaban
mientras las otras escuchando se les hacia el tiempo más corto.
Siguió el camino la
cuesta es una gran declive.
En la ermita de la
Amparo la visita es obligada, unos minutos de rezo y seguir la pendiente.
Llegando al Calvario, aquí se llega sin fuerzas. Se sentó en una peña y miró el
charco de agua que había dejado la noche.
Al mirarse el espejo
contempló su vida y parcelando en el reflejo del agua intentaba encontrar algo
positivo, repasando el tiempo vivido y hasta el momento no encontraba nada más
que nubes negras.
Su niñez,
adolescencia, juventud todo equivocado.
Se lavó las para borrar lo que veía. Siguió el
resto de la cuesta.
De lantes de la Virgen rezó y sus rezos se
convirtieron en llantos.
A la Virgen le contaba sus penas y le
comentaba. La subida es penosa pero nada comparable con mi vida.
Virgencita que
desgraciada he sido de todo lo que busqué no he hallado nada, ¿Por qué? ¿Dónde está
mi felicidad? En ese momento se envolvió en su triste pasado y presente.
Se quedó rezando a su virgen. Al cerrar la
ermita se puso en camino las penas le pesaban meno la virgen se quedó con
algunas. Y le dijo.
Abre tu corazón y en
esa paz veras tu felicidad.
08-02-2013 Joaquina Campón.
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