viernes, 5 de octubre de 2012

LACRISIS DEL DOS MIL DOCE

La crisis del dos mil doce
La crisis actual está poniendo a prueba a familias que ya tenían olvidado planchar en sueldo.
Lucrecia y Justino están en ello. Lucrecia salió a la compra y su marido camino del banco a pagar la letra de la hipoteca.
En el monedero llevaba poco dinero. El día antes tuvo que comprar las ropas de los nietos para que fueran decentes al cole.
En la tienda se las ingenió para que los alimentos se pudieran dividir y con ello cubrir más las necesidades básicas.
Cuando los años de bonanza los hijos ponían el pollo entero en la masa, no se pensaba que llegarían tiempos de partir el pollo en cinco partes para poder comer. Eso es lo que hace Lucrecia.
No levantan cabeza, todo el día trabajando con los nietos, además de los problemas psíquicos.
Se supone que a estas edades se necesita una tranquilidad mayor, las fuerzas van menguando. Pero ellos son los que están soportando la carga física y económica.
 Los hijos han perdido el trabajo, y aunque  tienen algo no es suficiente. Las guarderías se han suprimido. Con los abuelos a mano esto está solucionado.
Justino y Lucrecia, llevan una vida como tantos abuelos españoles por culpa de la falta de trabajo en toda España.
Y muchos por su avanzada edad se quedarán en el camino sin ver a los suyos bien instalados.
Una pena más en la larga noche.
                                               2-10-2012  Joaquina Campón.    

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