miércoles, 21 de marzo de 2012

LA PERLA DE ESPERANZA.

LA PERLA DE ESPERANZA.
Esperanza se acaricia su perla, para ella que está acostumbrada es fácil, pero para los demás, no lo es tanto, a lo sumo, más bien desagradable. Lleva toda la vida con ella y claro está acostumbrada, de ahí que nos guste a los demás es otro cantar, cuando la miramos no es fácil.
Intentamos no mirarla, pero es imposible no chocar los ojos con ella.
Y encima ella la acaricia constantemente, arrastrar una cosa así toda la vida, es una gran carga, pero a Esperanza no parece importarle mucho.
Hoy hay muchos medios para quitarse esos lastres que llevamos encima.
Ya que no son agradables de ver, hay que cuidarse un poco más, y mira que Esperanza en otras cosas se cuida.
Tiene manos de señorita, a sus 87 años, las manos con sus uñas pintadas y bien cuidadas, su pelo y sus ropas, tampoco las descuida.

Eso sí, le encanta comer, por la mañana, su desayuno es café con churros, a media mañana, su cerveza con una ración de callo, por la tarde la merienda, los Donuts con chocolate.
Entre horas juega con sus amigas a la carta, en estos juegos la que pierde paga los cafés.
Pero no te puedes despistar ni un momento, como mires para otro lado, te hacen trampas.
Así se pasa el tiempo en las residencias de mayores, la que es válida lo lleva bien, lo malo es tener que depender a los demás, para todo.
Ir al baño, cambiar pañales, comer, o, solamente necesitar algo que te lo darán cuando las Auxiliares puedan, y quizás algunas, no puedan nunca, esto es duro pero la realidad, de estos centros es así, hay Auxiliares, muy competentes, pero no se puede decir de todas.
Esto es muy duro, por eso muchos mayores se desesperan en estas dependencias.
De las instalaciones, solo se puede decir que son extraordinarias, comidas, asistencia médica calefacción, aire acondicionado, en fin no se puede tener más, quizás algunos no tuvieron tantas comodidades a lo largo de su vida.
La perla de Esperanza, la tiene… 2010. JOAQUINA.

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