1
Recuerdos
La muerte de papá nos cogió desprevenidas de todo,
sobre todo de dinero y desamparadas ante el mundo.
Mamá se puso una coraza antes la sociedad y se refugió
alrededor de sus hijas.
Después de un mes sin salir de casa rezando todas
unidas. Mamá decidió salir al cementerio.
Antonia caminaba delante con las pequeñas, las
mayores detrás.
Finales de abril, todas vestidas de negro, velo a
la cabeza, mangas largas con sus correspondientes medias.
Cabizbaja nuestras cabezas para no ver lo que
pasaba a nuestro alrededor e intentando esconder las
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Penas que encerrábamos en nuestro corazón
Llegando al nicho, algunas lloramos en silencio,
mamá antes de salir dijo, que nadie nos viese demostrar nuestro sufrimiento,
para mamá las penas eran solo nuestras, y al mundo no hay que demostrarle nada.
Con esta actitud se suponía que todo estaba bien.
Siempre decía, las penas no te las quita nadie, y compasión…
Las penas del alma son para uno mismo.
3
Desde ese día se puso al frente de la casa y arropando
al tesoro que le quedó el amor de su vida.
Dinero no dejó mucho, pero con las propiedades
acumuladas, hizo frente al caminar de una nueva etapa de su vida.
Antonia tenía razón, allí no apareció nadie a
preguntar como estábamos, o si necesitábamos dinero, al contrario,
La familias
que sangraban a papá, desaparecieron de nuestras vidas. Cosa que no se entendía
viviendo en la misma ciudad, es como si no hubieran existido nunca; bueno si,
cuando vendimos una de las
4
Propiedades,
vino un hermano de papá a pedir un préstamo, mamá le prestó el dinero, que le
pagaron fraccionada mente, y desde entonces no volvieron a visitar a mamá.
Faltando papá se cerró la fuente.
Mamá salió adelante formando el círculo que ella
formó con sus hijas.
17-6-2015, Joaqui.
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