Hora de cenar
Mesa puesta, todo preparado; de cenar, un huevo
frito, un tomate partido a la mitad sin sal, ¿y ahora qué? Te sientas a la mesa
para mirar ese plato triste, solo y frío, igual que todo lo que rodea en mi
mente y mi casa.
Las ganas de comer no aparecen ¿para qué? Es tan
frío comer sin nadie a tu lado.
Pasan los días y siempre esperas que se produzca el
milagro, ese que esperas para poder compartir eso hermoso huevo, hermoso con
compañía, sin ella la cena no tiene sentido.
5-5-2015. Joaqui.
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