miércoles, 27 de mayo de 2015

Noches de teatro



Noches de teatro
Día treinta de mayo, ferias de San Juan en Cáceres año 1964.      
 En el Gran teatro de esta ciudad las, funciones se desarrollaban lentas y tranquilas.

Esa noche actuaba Vicente Parras y Analía Gadé. En la función había una escena de cama, y en mitad de la comedia, la cama se vino abajo.  La señora Analía rodó con ella.
Se levantó y caminó a la habitación que estábamos mamá y yo, Analía iba muy enfadada, Y llegando al cuarto donde estábamos, Analía, se agarró al marco de la puerta con las dos manos, miró a mamá, Mamá levanto los ojos de su punto de ganchillo que tenía entre sus manos, mirando a Analía, y sin decir palabra bajó los ojos y siguió con su punto.
 Analía casi arranca el marco.
Antonia le dijo con tranquilidad. El escenario  no es misión mía.
23-11-2014 Joaqui.

Decisiones

Decisiones
Qué difícil es tomar algunas decisiones y no tener dudas de, ¿Qué es lo mejor? En el primer momento todo parece perfecto, pero pasando los días empiezan a aparecer las sombras, esas sombras que dan vueltas y vueltas en tu mente hasta llegar a arruinarte gran parte del día.
Y hecho el asunto, ya no tiene remedio.
Intentas por todos los medios convencerte que has hecho lo mejor, pero mirando alrededor tus dudas, tienen demasiada oscuridad.
¿Cómo se arregla esto?
27-5-2015. Joaqui

domingo, 24 de mayo de 2015

El armario



El armario
Llevo días dando vueltas a este asunto.
Cuantas veces hacemos estos trabajos. Ponemos las ropas y bártulos del armario encima de la cama.
Vamos separando prendas por, prendas. Nos cuesta decidir cual tiramos.
Algunas no tenemos dudas arrojándolas a la bolsa de desechos, ¡Pero!, otras se siguen guardando, ¡Por sí!
Esto nos pasa cada vez que vamos a votar, votar a esos políticos, que cada cierto tiempo tenemos que elegir.
Separando cuál de ellos nos conviene dejar para que alguna vez acierten en sus juegos. Porque eso es lo que hacen jugar con todos los que confiamos en que serían verdaderos guiadores de los pueblos.
El pueblo confía que trabajen para ellos.
Y cada vez estamos más convencidos que se entra en política para sus propios intereses.
El pueblo les importa una mierda
24-5-2015, Joaqui.

viernes, 8 de mayo de 2015

Liberación



Liberación
Desde pequeños nos han enseñado el camino a seguir, padres, maestros, en fin  todos los que eran mayores. A los niños y no tan niños, nos pusieron unas normas de las cuales no podíamos salir.
No es que esto nos gustase, sino que nos los imponían como una obligación.
De pequeñas cualquier vecina te mandaba a los recado, tu agachabas la cabeza y sin res chistar, a por el pan, patatas, arroz, en fin, lo que necesitase la vecina. ¡Y que no se enterasen tus padres de que habías desobedecido a una persona mayor!
¡Dejarnos de opinar en casa! ¡Cómo, esta comida está sosa! Caliente o fría, eso era impensable, ¡y no se te ocurriese decir que no te gustaba!
En la escuela, había que ir a buscar a la profesora a su casa, era tan mayor que sola no hubiera llegado. Las mayores llevaban el brasero, las pequeñas, del brazo de la pro fe.
El cura no nos dejaba de entrar en la iglesia, sino llevábamos velo, y no digamos, las mangas cortas, etc…
Eso lo lleve normal, pero llegando a moza empezaron las penurias.
 Tacones, medias, fajas y el famoso sujetador. Ese es el mayor culpable.
Las mujeres nos hemos ido liberando cada día de una lacra.
 Cuando hemos empezado a manejar unas perrunas, nos hemos ido adueñando de todo lo que tenían los hombres. Pantalones, zapatos bajos, fera pantis, faja, en fin, un poquito de libertad.
Pero de lo que no nos hemos liberado es del dichoso sujetador.
Cada día los hacen más bonitos, ¿pero cómodos?
 Solo nos liberamos de él llegando la noche y sola en tu casa separas la prenda de tu cuerpo.
Por fin llega la noche.
          8-5-2015 Joaqui.

martes, 5 de mayo de 2015

Hora de cenar



Hora de cenar
Mesa puesta, todo preparado; de cenar, un huevo frito, un tomate partido a la mitad sin sal, ¿y ahora qué? Te sientas a la mesa para mirar ese plato triste, solo y frío, igual que todo lo que rodea en mi mente y mi casa.
Las ganas de comer no aparecen ¿para qué? Es tan frío comer sin nadie a tu lado.
Pasan los días y siempre esperas que se produzca el milagro, ese que esperas para poder compartir eso hermoso huevo, hermoso con compañía, sin ella la cena no tiene sentido.
5-5-2015. Joaqui.