miércoles, 18 de junio de 2014

Camino de Malpartida



Camino de Malpartida

Hemos salido de Cáceres, Por la Ronda Norte.
Una de las obras con más acierto en esta ciudad. A demás de descongestionar el tráfico del casco urbano.  

Zona peatonal  y rodada.

Camino de Malpartida de Cáceres. Ya entrada en dicha carretera.  Dejamos las moles de cemento atrás. Las últimas a la derecha Y pasando el puentes dejamos a la izquierda la zona del Junquillo.

Desde ahí, se va divisando los llanos de Cáceres. Campos despoblados de vegetación alta.

En ellos su atractivo son las cigüeñas, dueñas del todo el espacio aéreo.

En la primera rotonda, se han colocado unos postes para que aniden.

Ellas que son listas no han ocupado ninguno, los ruidos y el tráfico les molestan, y han preferido acampar cerca del hotel.

Pasado este espacio cerca de allí, se encuentra un hotel, reconstruido en uno de los caseríos, grandioso que se encontraban es esa zona.

Los Dueños del hotel, le han ubicado gran espacio para las cigüeñas.  Poniendo unos mástil y al final una plataforma que en ellas las cigüeña hacen sus nidos. Todos están ocupados.

 A sus pies, un olivas con árboles de tronco viejo.

Estos olivos han sido podados y se le han quedado brazos nuevos. Los olivos rodean los nidos. Como guardianes de estos. Están arrodillados saludando y contemplando la zona de las cigüeñas.

 Más adelantes los Campos desnudos, zona donde anidas las avutardas. La naturaleza que es caprichosa, cambia su imagen. Y nos empieza a mostrar el granito que emerge de la tierra.

 Este demuestra al hombre en sus habilidades artísticas. Nos invitan a ver las figuras que sale de la madre tierra.
Cada una diferente en tamaños y formas. A cada cual más hermosas.

 En la parte del suelo, se encuentran trozos pequeños sujetando, grandes moles. Nos ofrecen como niños, el logro de sostenerlas entre sus manos, para que las veamos mejor, orgullosa de ganarnos con sus formas caprichosas.

Su color cambia según estén colocadas, pero en ellas domina los recovecos en negros y verdoso.

 Seguimos el camino hasta llegar a los Barruecos. Allí culmina la cantera de granito.

En su espacio ya no sabes por dónde mirar. Cada peña es más hermosa que la anterior. Rodeando la charca, solo dejan el espacio suficiente para disfrutar.

Por las noches. Salen de la tierra.

Y bañándose  en la charca, pasan las veladas en el entorno natural que les ha dado la madre naturaleza. Zona bella de los campos de Extremadura. 

                                                            18-06- 2014-   Joaqui.

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