EL ROCIO
El campo. Una de las grandes maravillas de la naturaleza. La tranquilidad que se siente, sin molestias de vecinos ni ruidos que molesten a cualquier hora, tranquilidad absoluta.
De vez en cuando el piar de un pájaro.
En el manto verde del suelo, a primeras horas de la mañana el Rocío brilla y en sus tallos se han instalado las gotas de agua que le ha dejado la madrugada.
En las hojas, se han colocado unas detrás de otras sin molestarse, separadas y en fila. Como si también quisieran como los humanos guardar su espacio. Para no molestar.
Llegando el Sol brilla cada vez más. Ellas agradecen el calor.
Cuando llevan un tiempo percibiendo éste, se iluminan más aún y se niegan a entrar en la tierra, pero llegado el momento se iluminan parpadeando más y después de un rato, se introducen en la tierra, acariciando los tallos, Para que la noche siguiente vuelvan a salir y contemplarlos los humanos.
12-10-2012 Joaquina Campón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario