viernes, 30 de julio de 2021
Historias de Cornejo. El pasado
lunes, 26 de julio de 2021
La verdad oculta, Historias de Cornejo
lunes, 19 de julio de 2021
Finca del árbol quemado. Historias de Cornejo
Noche mágica
Lucrecia estaba (está) en el sofá junto a la ventana, donde recibía (recibe) el frescor de la mar. En ese momento sonó (suena) el teléfono.
— Diga— contesta Lucrecia.
Una voz al otro lado del hilo vocifera. — Por favor, ¿puede repetir y hablar más despacio? — le dice Lucrecia.
— ¡Perdone! ¿Me acaba de decir que tengo la cuenta del banco en números rojos? En el teléfono escucha la voz de un hombre, exigiendo que se persone en el banco lo antes posible. Exaltada intenta razonar, pero el teléfono se había cortado.
A su espalda en la habitación escucha la voz de un hombre que desde la puerta le hablaba (habla). Soltó (suelta) el auricular, y poniéndose de pie ve a una persona que se encuentra frente a ella.
— Perdone señora, he terminado de arreglar los enchufes de la televisión, y necesito que firme el albarán para entregarlo en la oficina. — Lucrecia le pide perdón al haberse olvidado de él.
Lucrecia, se encuentra en ropa interior, estaba (está) terminando de vestirse para salir. En ese momento lo contempla y su asombro es ver a un hombre cerca. Lo mira y ve que delante tiene a un desconocido en la puerta de su habitación.
— ¿Cómo se llama?, pregunta Lucrecia.
— Mi nombre es David.
Lucrecia tiene ante ella a un joven alto y musculoso, vestido con pantalón vaquero y un polo de color blanco; sus brazos, al descubierto, y su figura, de compresión atlética. Se encuentra aturdida por la presencia de un extraño en su alcoba. Reacciona rápido y va a su encuentro.
— Márchese y mañana paso a la oficina. — David camina hacia la puerta de salida. — David, ¿quiere tomar un café? — le dice Lucrecia.
David se vuelve. — Tengo otros trabajos pendientes, pero un café no lo rechazo.
Lucrecia le tiende su mano y lo lleva al borde de la cama. Lo contempla y acaricia sus brazos musculosos. David acaricia su cara, besando sus labios, y se ven envueltos en una aureola de pasión. Sus caricias son recíprocas buscando el deseo. Sus manos fueron (van) acariciando cada rincón de sus cuerpos. Se olvidaron (olvidan) de la existencia del mundo, y como el fuego, quemaron (queman) la llama del amor. Al fondo se escuchaba (escucha) la música que en el aire sonaba (suena) al compás de sus caricias. La luna hizo (hace) su aparición, pasando despacio, contemplando sus hermosos cuerpos. Al amanecer, David salió (sale) de puntillas, sin antes contemplar el cuerpo que tanta felicidad le había regalo.
lunes, 12 de julio de 2021
Consejos de la abuela Antonia
Historias de Cornejo
Consejos que les dio a sus hijas para guisar.
No eches nunca cuando acoples, distintos ingredientes a distinta temperatura, para unirlos, las cosas ya guisadas pierden la cocción y por eso es muy importante estén todo en la misma temperatura. Así como; el caldo al arroz, los callos al tomate, las judías verdes al tomate frito, en fin, estos trucos valen para que las comidas queden mejor.
Las sardinas en escabeches. Sin embargo, no entran en esta cuestión, porque quizás sean unas de las que hay que echarla según se van frien.
Se hace primero el escabeche, luego se frien las sardinas y cuando se sacan de la sartén se introducen en el caldo. Así quedan tomadas y muy buenas. Forma de hacerlo.
En el mortero se ponen unos ajos (siempre, según cantidad) un poco de sal, hojas de laurel tostadas con fuego (cerillas) y se macha todo bien.
En una fuente se echa el machado con agua y vinagre, incorporar Azafrán. Mover y comprobar de sal y vinagre. Ya está listo para introducir, pesca frita, sardinas, jureles. En fin cualquier cosa.