viernes, 28 de mayo de 2021

Historias de Cornejo
 Del más allá
 
 Los días se sucedían dando saltos sin cambios aparentes. 
La noche arrulla en su manto a la ciudad. 
Convirtiendo las sombras en figuras andantes, medra a todo lo que se mueve.
 Un hombre camina deprisa e intenta llegar al lugar del destino.
 Aligera el paso y escucha tañidos musicales que parecen risas intermitentes. 
 No quiere mirar y lo único que desea es llegar cuanto antes.
 Entre los sonidos oye su nombre, esto le aterra y aligera el paso.
 — Fabián no corras, hoy vengo a cobrar el debito del cual fuiste cómplice de mi ruina.
 ¡Espera, no tengas miedo! Yo, fui un hermano bueno, y lo que me llevó a la muerte fueron vuestras malas fechorías, Así me pagasteis los años de sacrificios trabados para toda la familia.
 Fabián reconoce la voz de su hermano Julio, y se echa a temblar. Julio lleva años en el Camposanto. Y en estos momentos no entiende que después de tanto tiempo venga a cobrar.
 — Sí, llevo el apellido de madre, ¡ya que tu padre no quiso darme el suyo! 
Pero, después de tantos años; allí, de donde vengo. 
Tengo mucho tiempo en que pensar y ahora quiero que me deis los apellidos y la parte de la hacienda que me pertenece.
 ¡Bueno, a mí no! Dentro de unos días veras a mi hijo Juan, él es el que recibirá todo. Ahora te dejo, volveré.
                                                                                                            Joaquina Campón