Historia de Cornejo
La honradez
Se niega a enterrar al muerto, para él, era imposible dicha acción.
Los familiares no entienden su actitud.
Juan se marcha a desayunar, tarda en ello. Al volver, el personal está enfadado.
Al verlo llegar, le piden una explicación, Juan muy enfadado, les dice. No era el momento de haberse marchado.
Amancio y yo, teníamos muy buena amistad, y como todos sabéis, todas las semanas jugábamos a la lotería.
¡Y, mira por dónde! Hoy hemos acertado los catorce.
¡Precisamente, ahora! ¡Será jilipolla!
Buenas tardes amigos