viernes, 7 de diciembre de 2018

Las Navidades



Días tristes para los que han dejado sillas vacías cerca de nosotros, por mucho que nos empeñemos en olvidar ellos están sentados y presentes. Hay momentos que se escapa una frase suya y, en ese instante se mira la silla y le hablas igual que si estuviese cogiendo la copa de vino y le dices. ¡Bebe y no te preocupes, a ti no te va hacer daño!
Los demás nos miramos y comprendemos esas palabras que salen del corazón. ¡Mira como son las cosas! Si estamos en familia no pasa nada, pero cuídate de que estés en algún sitio público, los demás te miran y  es cuando las criticas salen a borbotones y esa sonrisitas tan odiosas que salen de esos labios ignorantes sin saber el contenido de querer compartir en el pensamiento lo que no se puede en la realidad.

Un fuerte abrazo para todas las sillas vacías; que ya son muchas.
Buenas tarde amigos.

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