El año 1964 trabajábamos en una fábrica de
punto, de las pocas que tenía Cáceres, eran trabajos bonitos, en los demás
casos solos quedaba servir.
¡Que no es una deshonra!, pero este con sus
problemas ¡Que también los había! Ocho horas trabajando y el bocadillo, nos lo
comíamos en la mesa de trabajo, muerdo a muerdo, entre prenda y prenda.
Cobrábamos 500
pts. a la semana, dinero que entregábamos a mamá íntegro, para la casa. 3 € de
los de hoy, no podéis imaginar la alegría de poder llevar un sueldo a casa. En
aquéllos entonces era un dineral para la casa y sobre todo para nosotras
Con veintidós,
años ni se nos pasaba por la cabeza coger ni una peseta para nosotros, era
sagrado el sueldo.
Nuestra misión
era ayudar en la economía de la casa y muy contentas de tener un trabajo en
esas época.
14-07-2014 Joaqui.
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