La navidad
Según la
etapa de la viada así se han victo estos días de las fiestas navideñas.
Con pocos
años, solo de escuchar a los mayores, vas buscando lo que ellos comentan.
Yo,
siempre esperé encontrar algo mágico, algo especial. Esa noche debiera de
ocurrí algo grade pero que estuviese al alcance de todos.
Sí, se
pregonaba que el Nacimiento de Jesús, era un gran acontecimiento, que sigue
siendo.
Ese hecho,
con el paso de los años se está olvidando y solo quedan las reuniones
familiares y los gastos excesivos.
Las
verdaderas fiestas fueron de pequeños, nos reuníamos los vecinos con los utensilios
caseros, recorríamos las calles de casa en casa, cantando las canciones de
navidad.
No
faltaban en la mesa las dos famosas botellas de, coñac y anís, y la bandeja de dulces.
Allí, estábamos
sobre todo, la juventud.
Las cenas,
el famoso pollo de corral que se comía sin res chistar.
Por mucho que nos dijeran que esas fiestas son
el Nacimiento de Jesús.
Hoy en la
vejez cada año es más difícil encontrar la sorpresa que buscabas.
Nos hemos
tirado muchos años cantando en familia, pero todo tiene su fin.
Han
empezado a faltar los familiares más queridos y los cantos no suenan como
antaño.
Cantamos
sí, pero la alegría de esos años no aparece.
Ya no hay
que buscar la magia que tenía que llegar, la verdadera magia, estaba en la unión
de las familias.
Los que se
han bajado en el camino, tenían demasiada fuerza y nos arrastra con ella.
Sobre todo
en las fiestas familiares que van cosidas al grupo familiar.
Un abrazo
a todos que se fueron.
26-12-2015 Joaqui.