viernes, 10 de julio de 2015

Grandes días



Grandes días
Te acuerdas María, con que ilusión estuvimos haciendo los bañadores de tela, en aquellos tiempos no había dinero para ciertas prendas.
Los queríamos estrenar para ir a pasar el día al Río Tajo, a su paso por Cáceres, cerca de la Perala.
Los bañadores de eran de tela de Loneta fina color verde y azules.
Eran lisos con sus correspondientes pinzas y unos volantes en el escote.
! Anda que no presumíamos¡ ya que en ese tiempo no toda las jóvenes íbamos a la piscina.
Estuvimos varias semanas hasta terminar dichas prendas.
El día señalado salió fabuloso.
 Nos llevó en el coche el señor Isidro, taxista amigo de papá.
Llegamos a la Perala, Isidro nos dejó, el río estaba cerca.
 Allí existía un restaurante que servía comidas, a los camioneros que pasaban por la carretera antigua de Salamanca.
Por una pequeña vereda nos acercamos a la zona de baño.
Cargada con todos los bártulos y comida suficientes para todo el día.
Había pescadores y no les gustó nuestra presencia. Ellos decían que les espantemos los peces, pero nuestra juventud no les hizo caso y fuimos a ver lo que pescaban.
Uno fue muy amable y nos enseño los peces que llevaba en una cesta, enseñado las piezas conseguidas y diciendo sus nombres.
 Mirad, estos son los que llevo hoy.
Unos Lucios, algunos Barbos, Bogas y Cangrejos Rojos, pero desde que habéis llegado vosotros, no ha picado ni uno.
Estuvimos Casi todo el día dentro del agua.
Llegó la noche y el taxis volvió a por nosotros.
Pero el problema empezó cuando tiempo después recodábamos en qué dirección venía el agua, mamá decía que corría para la derecha, pero yo siempre dije que iba para el lado contrario.
A consecuencias de esto me llevé varios pescozones, pero yo, nunca cambie mi versión.
Yo la vi de esa manera.
Pero lo mejor, fueron los chapuzones que nos dimos.
10-7-2015 Joaqui.  

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