Las raíces
No se entiende de las
personas que hemos vivido épocas de escasez, algunos no quieran recordarlo.
No es que sea agradable,
recordar, pero el pasado debe de estar presente en nuestras vidas. Para no olvidar
nuestras raíces.
Lo que somos, gracias a
nuestros esfuerzos, ese orgullo nos hace levantarnos y erguirnos ante el mundo.
Las necesidades de antaño,
nos hizo realizar los trabajos que la sociedad no quería. Ese trabajo que nadie
quiere, pero, ¿qué haría la sociedad si ellos?
Siempre habrá alguien que
necesite limpiar, casas, oficinas, cines, hoteles, bancos, etc…
Unas más cómodas que otras,
pero en definitiva, limpiar.
Claro que aquí lo único que
cuentea es la nómina, ¡amigo! ¡Esa es la culpable del asunto! Como el sueldo
fuese mayor que el del vecino, ya no se verían disminuidos antes la sociedad.
Poro, he aquí, que un día,
una persona pasó de tener su propio negocio, a verse fregando. Y estando en estas
faenas, ¿pasó un amigo…? ¡Oh, lo que decía llamarse amigo! Viéndola en ello,
paso de largo sin levantar cabeza.
Así es la sociedad. Cuando
llega esta etapa de la vida, es cuando se encuentran los verdaderos amigos.
10-11-2014 Joaqui.
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