viernes, 21 de noviembre de 2014

Martes finales de mayo





Martes finales de mayo

La entrada del cine brillaba, los jefes estaban encantados con el trabajo bien hecho, por eso proponían a mamá cualquier trabajo extra.
Una tarde, salió Dª Margarita, -esposa de don Francisco- He hizo buscar a mamá, y estando en su presencia, después el saludo, le dijo ¿Antonia, sabe Ud. Coser? mamá dijo, si señora, eso me ha gustado toda la vida.
Bueno, pues tengo la pantalla del cine de verano un poco deteriorada, y sabrá que cuando acabe la feria se empiezan los preparativos para tal eventos.
Hay que coser parte de ella, y si puede me gustaría que la viese.
Cuando usted quiera. Claro, este trabajo se lo pago aparte. Antonia, si señora, ¿Cuándo quiere que empiece? Si le parece bien, la semana que viene.

Martes hora señalada, Antonia y su hija entraban casa de Dª Mercedes.
A una terraza inmensa nos llevaron, sacaron la máquina de coser, con ella un rollo de tela blanca de unas dimensiones inabarcables. Antonia no sabía cómo mover dicha mole. Ella me daba instrucciones de cómo sujetar la tela.
Primero la estiro en el suelo, para ver los rotos, y seguido coger cada parte rota y poner las piezas adecuadas.
Con mucho trabajo fue dando vueltas y cosiendo por parte.
Dª Mercedes no nos quitaba ojo de encima.
Mamá manejaba la tela con mucha dificultad, yo ayudaba a sujetar la gran mole de tela.
Le costó mucho trabajo pero Antonia supo zurcir con maña y habilidad.
A media tarde nos sirvió la criada unos zumos de naranjas con unos dulces.
Tardamos una semana en zurcir los desperfectos de la pantalla.
Terminado el trabajo pagó a mamá y a mí me convido con veinticinco pesetas.
Cuando salimos a la calle, mamá cogió todo el dinero y dijo, este dinero es para todas, tus hermanas también tienen parte.
 Me dio pena, para una vez que te llegan a las manos ese dineral.
¡Me duró tan poco!
Martes última semana del mayo, año 1963.
                                 21- 11- 2014 Joaqui.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Antonia



                              Antonia
Antonia siempre destaco en ser una mujer inteligente, lo fue demostrando a lo largo de la vida.
En una ocasión fue con Juan su -esposo- a Madrid con un grupo de amigos. Se divirtieron recorriendo las calles y los cines. Por las noches terminaban en los cafés, allí remataban el día.
Cada noche alguna de las compañeras iban con alguna cogorza de las buenas y Antonia terminaba como si nada.
Cuando lo contaba a sus hijas siempre decías, Luisa es tonta, lo mismo que María. Terminaban así por querer competir con los hombres y no se dan cuenta que ellos beben todos los días.
Antonia, tenía su truco que nos contaba alrededor del brasero.
Gracias mamá.
                                    25-10-2014 joaqui.

Lunes



Lunes
Antonia llegó al trabajo como de costumbre, empezó la tarea y al cabo de un rato, fue llamada por un empleado, tenía que ir al despacho, el jefe la estaba esperando.
 Ya en su presencia, don Francisco le pregunto, Antonia, ¿ha pensado lo del trabajo del teatro?  Si, usted dijo, 100, pts. Para cada una por noche, ¡Ha! Pero las sábanas no puedo traerlas, en casa se escasean.
Dº Francisco, dando unos paseos, tardó en contestar, Antonia esperaba. Vamos a ver. ¿Donde ha trabajado usted hasta ahora? Bueno, hace muchos años que solo trabajo para mi familia.
Dº Francisco, la miró un largo tiempo, Antonia pensaba, ¡Ahora se arrepiente y no me da el trabajo!
Bueno, si esta conforme, el trabajo es suyo, Ya sabe que no se pueden marchar del teatro, hasta que no acabe la función. Buenos días.
19-11-2014   Joaqui.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Las raíces



                              Las raíces

No se entiende de las personas que hemos vivido épocas de escasez, algunos no quieran recordarlo.
No es que sea agradable, recordar, pero el pasado debe de estar presente en nuestras vidas. Para no olvidar nuestras raíces.
Lo que somos, gracias a nuestros esfuerzos, ese orgullo nos hace levantarnos y erguirnos ante el mundo.

Las necesidades de antaño, nos hizo realizar los trabajos que la sociedad no quería. Ese trabajo que nadie quiere, pero, ¿qué haría la sociedad si ellos?
Siempre habrá alguien que necesite limpiar, casas, oficinas, cines, hoteles, bancos, etc…

Unas más cómodas que otras, pero en definitiva, limpiar.
Claro que aquí lo único que cuentea es la nómina, ¡amigo! ¡Esa es la culpable del asunto! Como el sueldo fuese mayor que el del vecino, ya no se verían disminuidos antes la sociedad.
Poro, he aquí, que un día, una persona pasó de tener su propio negocio, a verse fregando. Y estando en estas faenas, ¿pasó un amigo…? ¡Oh, lo que decía llamarse amigo! Viéndola en ello, paso de largo sin levantar cabeza.

Así es la sociedad. Cuando llega esta etapa de la vida, es cuando se encuentran los verdaderos amigos.

10-11-2014 Joaqui.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Sus primeras vacaciones



Sus primeras vacaciones
Corrían los años 1957. La empresa iba viento en popa, Antonia no había salido de su ciudad, -Cáceres-, Papá preparó un viaje con unos amigos a Madrid. Antonia paseando por las calles y almacenes grandiosos.

Mamá venia encantada de ver una ciudad tan grande y hermosa. 
Sobre todo, la Gran Vía, allí se encontraban la mayoría de los cines, y los almacenes.

Galerías Preciados, El Corte Inglés, Sederías Carreta. Estos almacenes por sus grandes dimensiones, en aquellos tiempos y en los actuales nos impactan.

Pasearon en el metro, qué por cierto, fue uno de los atractivos.

Un día al salir del metro; papá, vio en el suelo un rollo de dinero que cogió con rapidez.

Cuando llegaron al hotel, Juan llamó a mamá, y enseñando el envoltorio, le dijo, mira lo que he encontrado al salir del metro.  Se sentaron en la cama y papá en empezó a desliar el royo del dinero.  Eran billetes de 1,000 pesetas, no salean de su asombro, empezaron a contar, 1, 2, 3, 7, 10, bueno, no vamos a seguir, esto se guarda. Y de esto chitón.

Las vacaciones nos van a salir gratis, y comparte de este dinero, compraremos rompa para las niñas. Y lo demás para casa.

Cuando estaban con los amigos, se miraban y reían, los amigos siempre les decían. Os han sentado muy bien las vacaciones, tenéis que repetir.
Eso quisiéramos nosotros, repetir unas vacaciones como estas.
                        6-11-2014,    joaqui.