miércoles, 18 de noviembre de 2020

La bolsa

La bolsa vacía Javier dolorido cavando la tierra hace un respiro y se sienta bajo el hermoso Nogal. Siendo las siete de la mañana, en el mes de Junio el sol resplandece. En el huerto las verduras esperan su calor para poder salir a la superficie. A eso de las once, aparece “cómo todos los días” Nicasio, siempre con la bolsa en la mano, que al llegar le entrega a Javier. Momentos después se sienta en el cajón de madera, Allí pasa gran parte de la mañana. Lleva su botella de vino que consume con el paso de las horas. Cuando se marcha, los productos del huerto dan volumen a la bolsa. — Hasta mañana Javier. — Adiós Nicasio. Javier sigue la tarea acariciando la tierra. Lunes veinticinco de Junio, a la hora de costumbre Nicasio hace su aparición y para su sorpresa, encuentra a Javier sentado en el cajón. — ¡Qué, hoy no se trabaja! — ¡Uf!!! Llevo una mañana negra, estaba preparando ese trozo de tierra y me ha dado un tirón. ¿Mira, ahí está la Azada, sigue tú? — ¿Qué dices, a mí, este trabajo no me gusta? Pasando unas horas se marcha, pero esta vez con la bolsa vacía. El día siguiente Javier lo espera sentado como el día anterior. — ¿Hombre, sigues enfermo? — Pues, sí. —Traigo la botella de vino. — A mí, no me gusta el vino, si, ¡hubieres traído una cerveza! —La cerveza no me gusta. — ¡Ya!!! Fueron pasando los días y Nicasio se lleva la bolsa como la traía. Cuando se marchó, Javier dice. A tomar por saco, tíos como este…

sábado, 14 de noviembre de 2020

La distancia

La distancia Cuándo vislumbro tú cuerpo allí, en lo más alto de la loma, empiezo a gatear el monte, mucho trabajo me cuesta arañan unos palmos de tierra y; cuando consigo subir, ¡Después de mucho penar!, tú bajas galopando. Dos amores perdidos por la una distancia abismal, nuestros amores quedaros en el trecho, nada más. Nuestros cuerpos tienen una exhalación de vapor, que al encontrarse resplandecen. Él sol sale cada mañana dando vuelta sin parar, Buscando los cuerpos a quién alumbrar. Historias de Cornejo

domingo, 8 de noviembre de 2020

La caja del misterio

La caja misteriosa Dando un fuerte portazo cerró la puerta del desván, al bajar la escalera y pasar por la ventana, mira la calle, y observa a una sombra en la esquina, no ve al personaje, solo ve moverse la sombra. Vuelve al desván a comprobar la caja, que momentos antes había encontrado en el acerado. Lo que más le llamó la atención, fue una rosa en la tapa hecha de tiras finas de maderas. Decide abrirla y en su interior hay un puñal cortado por la mitad y un sobre escrito a mano. Al abrirlo se desprende un aroma impregnando la estancia, los nervios están a punto de adueñarse de ella, pero consigue sacar el folio de su interior. Al desdoblarse, algunas letras se desintegran desapareciendo, y en su interior dice: “Esta caja ha caído en sus manos, pero solo el verdadero destinatario tiene en su poder, la parte que falta. Tiene que volver a rodar por el mundo, y algún día llegará a sus manos. Querido amor, te estaré esperando donde siempre. Jaime”.